Jefe Baby
Patente primera del Proyector Jefe Baby (Arquímedes y Joaquín Saludes, 1954)
Apenas un año después del lanzamiento del primer proyector Jefe los hermanos Saludes diversificaron su oferta y se aventuraron con otros diseños más alejados de los precedentes. Así, en agosto de 1954, patentaron el modelo de utilidad «Aparato proyector de juguete», que sería explotado con el nombre comercial de proyector Jefe Baby —quizá influenciados por el antiguo, pero exitoso, modelo homónimo Pathé Baby francés—. En principio, como se puede apreciar en la patente, parece ser que la intención era que funcionara en modo sinfín, debido a la cortedad de las cintas, pero a la postre se optó por fabricarlo con bobinas de recogida y suelta.
El proyector
En esta ocasión se trataba de un aparato de construcción mucho más ligera, al ser de chapa, pero que mantenía la base de zamak así como el ancho de paso de 9,5 mm. Un aparato de reducidas dimensiones, de acción manual y cuya fuente de luz era una bombilla de tipo vela de 25 o 30 vatios alimentada por un voltaje entre los 110 y los 150 voltios. Una potencia escasa que seguramente recortaba los tres metros máximos posibles, entre proyector y pantalla, indicados en las instrucciones.
Mencionar también que, en ese mismo folleto de instrucciones, se recomendaban las “pantallas reflexivas y en Jefecolor” para disfrutar de las películas, por lo que entendemos que así fue rebautizada aquella “Pantalla mágica” que acompañaba al Proyector Mago allá por 1948.
Catálogo de películas Proyector Jefe Baby (1955)
Las películas
Para el Jefe Baby se lanzó un catálogo, en marzo de 1955, que constaba de veinticuatro peliculitas animadas de tan solo 1,25 m de longitud, donde, en principio, casi todos los títulos eran novedades —excepto Tormenta a la vista y Afición al toreo—, aunque en algunos casos se trataba de nuevas versiones recortadas y redibujadas de películas anteriores. Este era el caso de Buenos amigos (ref. 1012 Jefe Baby) y de El gitano y su perro (ref. 1023 Jefe Baby) que, en esencia, son un remake de distintas partes de Perrerías del perro Séneca del Proyector Mago. En ese sentido también se podría dudar de la falta de primicia total en títulos muy parecidos a otros anteriores, como ocurre entre Concurso de natación (ref. 1001 Jefe Baby) y Campeón de natación (Monocinema), o entre Quinito en el oeste (ref. 1020 Jefe Baby) y Policía del oeste, protagonizada por Quinito para el Monocinema, entre otros. Sin embargo, en el caso de Rafael campeón (ref. 1004 Jefe Baby) y Pollito Rafael campeón de boxeo (Proyector Mago), a pesar de narrar comprimida la misma historia, curiosamente no hemos encontrado reutilizaciones ni de escenarios, ni de ciclos animados.
En resumen, sin la debida comprobación no podemos afirmar que Pérez Arroyo hubiera reducido películas anteriores para nutrir el catálogo del Jefe Baby a pesar de la similitud de títulos. Un listado que quedó así:
Catálogo de películas Proyector Jefe Baby (1955)
-Concurso de natación. 1,25m
-No te confíes. 1,25m
-Juguetes de artesanía. 1,25m
-Rafael campeón. 1,25m
-No fumes. 1,25m
-Quico, Tarzán. 1,25m
-Caza mayor. 1,25m
-Quico, esquiador. 1,25m
-Las hormigas. 1,25m
-Sueño pesado. 1,25m
-Buenos amigos. 1,25m
-Quinito patinador. 1,25m
-Futbolismo. 1,25m
-Tormenta a la vista. 2m
-Quico, policía. 1,25m
-Un cohete borracho. 1,25m
-Afición al toreo. 1,25m
-Gol oportuno. 1,25m
-Quinito en el oeste. 1,25m
-El marino Pit. 1,25m
-El gato y la raspa. 1,25m
-El gitano y su perro. 1,25m
-Juego de chicos. 1,25m
Pero quizá lo más interesante de esta oferta será constatar que la exclusividad animada de Pérez Arroyo con Saludes se acababa, ya que éste compartía catálogo por primera vez con otros autores, como el tándem formado por Macián y Papaseit. De hecho, estos últimos inician su brillantísima carrera en la historia de la animación española trabajando para los Jefe Baby realizando su primera pieza: Conejín y la zanahoria (ref. 1006)1.
Vemos a cuatro chicos preparados al borde de un muelle para disputar una carrera a nado. Quinito, desde el inicio de ésta, se ha quedado muy rezagado por lo utiliza un ardid. Así, buceando, se agarra a la cola de un mero que pasaba por allí y supera bajo el agua a sus competidores, llegando al otro lado del muelle el primero y siendo ovacionado por el público presente.
Conservación:
A completar
Durante un par de planos vemos al pollo Rafael entrenándose para su próximo combate contra el pollo Mambo. Una vez en el ring, Rafael, de un certero gancho logrará lanzar a su rival fuera de la lona, proclamándose campeón.
Curiosamente, a pesar de compartir guion con El pollito Rafael campeón de boxeo (1947) para el proyector Mago no hay ni una sola reutilización de aquel título en esta película para el Jefe Baby.
Conservación:
A completar
Un lloroso Séneca atado a su caseta lamenta su suerte hasta que un amigo le acerca una botella de “Secanina, efecto rápido”. El remedio surte efecto y en un momento se libra de la cadena gracias a una extrema delgadez pasajera. En el plano final vemos como la pandilla perruna lo celebra marchando abrazados y contentos por la calle.
Apuntes técnicos:
- En esta película pudieran haberse redibujado algunas acciones de Perrerías del perro Séneca (1947), siendo la más evidente el plano final con el fondo animado incluido. Se podría decir que Buenos amigos, más que una versión, es un remake de la parte final de Perrererías del perro Séneca.
Conservación:
-Filmoteca Valenciana (IVC) conserva la única copia conocida de este título.
-Copia 9’5mm B/N con rayas continuas y roce de patines. Se observan también bordes amarillentos y manchas de revelado.
-La copia mide 4’39 metros y dura 32” a 18ips.
-El escaneado se ha realizado en formato TIFF en resolución 2K (2640x1760) y se han generado copias en los códecs ProRes, MJPG y H264.
El archivo para el visionado en la web es H264 HD(1920x1080)
Laboratorio y Digitalización: Iskra, S.L. (Madrid)
Apuntes técnicos:
- El diseño del gato, que recuerda al primigenio gato Tom, y el concepto de la historia de ratón listo vs. gato perdedor conducen irremediablemente a pensar en Tom y Jerry de William Hanna y Joseph Barbera.
- Pero éste no es el único regusto a animación norteamericana; en un momento dado podremos ver la cola al gato protagonista adquiriendo la forma de interrogante, al más puro estilo del primer Félix el gato.
Conservación:
El perro Séneca es obligado por su amo, bajo castigo, a robar en el pueblo próximo. Tras salir corriendo de una panadería con un gran pan en la boca es interceptado por un guardia que lo detiene. Séneca acabará en el banquillo de los acusados juzgado por un juez perruno.
Apuntes técnicos:
- En esta película pudieran haberse redibujado muchas de las acciones de Perrerías del perro Séneca (1947). Cambian los escenarios, pero no en demasía, y algunos planos se han volteado, pero se podría decir que El gitano y su perro, más que una versión, es un remake de las partes primera y media de Perrererías del perro Séneca.
Conservación:
Vemos a Quinito en la plaza del pueblo toreando de salón a un amigo que, ataviado con una cabeza falsa, ejerce de toro mientras el resto de la pandilla lo jalea subidos a una tapia. En estas aparece un verdadero toro que provoca la huida del amigo y que pasa a ocupar su lugar sin que Quinito se de cuenta de la nueva situación, ¿o si? Finalmente, Quinito se deshace del animal tras un pase largo que acaba con el astado estrellado contra una pared.
Apuntes técnicos:
- Esta película es un remake completo de Afición al toreo (1945) del Monocinema en el sentido de que las animaciones han sido redibujadas a partir de los originales de la primera película, pero situadas sobre escenarios distintos. En este caso, la acción ha pasado a desarrollarse sobre los escenarios propios de un pueblo en lugar de la ambientación a campo abierto de la primera.
Conservación:
- Véase: Jordi Artigas, Francisco Macián. Els somnis d´un mag (Barcelona, Filmoteca de Catalunya, 2005), p. 86. Francisco Macián pasa por ser uno de los nombres más importantes de la historia de la animación española. Pieza clave en el éxito de los Estudios Moro acabó dirigiendo El mago de los sueños (1966), considerada por la crítica como la mejor película animada hecha en nuestro país.