A principios de 1946, Pérez Arroyo continuaba desarrollando proyectos industriales en Ibi y allí patentó, junto con el ibense Andrés San Juan Verdú, un dispositivo registrado como “Nuevo juguete recreativo con cambio de imágenes”.  Se trataba de un aparato más sencillo que el Monocinema y más parecido todavía que éste al venidero televisor souvenir ya comentado. Es decir, un intercambiador de diapositivas montadas sobre una rueda a las que se daba paso mediante un gatillo para ser visualizadas con la luz trasera que penetraba a través de una ventanilla.

Según su patente se podría construir con dimensiones variables, en cartón, madera o celuloide y su uso podía ser tanto recreativo como de soporte publicitario. Así mismo, el número de imágenes podría variar y adecuarse al mensaje pretendido.

A pesar de no haber dado con ningún ejemplar tenemos constancia de que el aparato se llegó a fabricar, aunque desconocemos la empresa responsable.